Cuenta la leyenda, que en esta cueva moraba el Dios Caco y, cerca de ella, pastaban los bueyes de Hércules. Robó Caco parte del ganado y para no ser descubierto por las huellas hizolos entrar a la cueva hacia atrás. No obstante, los bueyes que se quedaron fuera echaron de menos a sus compañeros y comenzaron a dar bramidos en dirección a la cueva, Con lo que el semi-dios descubrió al ladrón. Como represalia le sepultó poniéndole el Moncayo encima.
Junto a la carretera de Beratón, a tres kilómetros del pueblo, se encuentra el prado de la Dehesa, lugar idóneo para un descanso sobre la hierba bajo la sombra del follaje de los robles centenarios.