A Parte Rei quiso crear
una comunidad. Una comunidad de escritores, lectores, docentes, estudiantes,
etc. Una comunidad abierta y en constante crecimiento en donde la reflexión
filosófica, la crítica rigurosa y la comunicación
viva fueran los pilares de todos los participantes.
Eso fue el proyecto de A
Parte Rei, crear un cielo en el infierno, hacer que dure y dejar espacio
a lo valioso de un pensamiento universal que debe alumbrarnos en la construcción
del futuro. El eterno devenir de nacer y morir. Constituir una comunidad
de ideas, un espacio común, sin más propósito que
difundir ideas, sin más interés que compartirlas. Huyendo
de los grupos de interés, de las presiones corporativas. Nació
sola y así también permanece hoy en Internet hasta que la
historia o la arqueologia del saber le imponga definitivamente una fecha
de muerte.
Aunque la actividad de A
Parte Rei ha quedado suspendida, los cientos de artículos y trabajos
que a lo largo de estos años ha publicado y producido quedan disponibles
para su lectura y consulta, confiando en que aún puede servir de
ayuda a muchos y de espacio de comunicación para todos los interesados
en el pensamiento filosófico.
Desde la dirección
de la revista, ahora que su actividad toca a su fin, queremos agradecer
eternamente el apoyo recibido por todos los colaboradores, lectores y amigos
que durante todo este tiempo permanecieron fieles a sus páginas
y confiaron en nuestro proyecto. A la postre, demostramos que proyectos
ingenuos pueden desarrollarse y expanderse por el mundo creando nueva realidad.
Quisimos que lo creado fuera para bien y esperamos que así haya
sido.
Adios y hasta siempre y
gracias a todos, muchas gracias